Pendientes con incrustaciones de mosaico hechos a mano por Charlene Reano, del pueblo de San Felipe. Estos deslumbrantes pendientes presentan turquesa Kingman estabilizada y lapislázuli denim bellamente acentuados entre nácar y concha de nácar con forma de labio dorado. Una mezcla de colores vibrantes y exóticos para crear un estilo sofisticado y elegante para cualquier conjunto.
El lapislázuli es una forma de lapislázuli de color azul claro a blanco que parece del color del denim descolorido. Se cree que el lapislázuli otorga conciencia, conocimiento y sabiduría, además de aportar armonía en las relaciones y autoaceptación a quien lo lleva. El lapislázuli se extrae en zonas de California (EE. UU.), Colorado (EE. UU.), Egipto, Mongolia, Canadá y Chile. Sin embargo, Afganistán y Pakistán contienen las piedras más antiguas y algunas de las más raras.
Con turquesa estabilizada de la mina Kingman en el noroeste de Arizona, EE. UU. En la mina Kingman se han descubierto antiguas herramientas navajo utilizadas para extraer, pulir y acabar piedras de turquesa. Las herramientas datan del año 600 d. C. En la actualidad, aproximadamente el noventa y siete por ciento de las piedras extraídas de Kingman, Arizona, deben estabilizarse para la fabricación de joyas.
Pendientes con incrustaciones de mosaico
Tamaño: 37 mm x 10 mm
Todas las joyas se envían con requisito de firma.
Las devoluciones deben realizarse dentro de los 14 días siguientes a su recepción y deben ir acompañadas del embalaje y envoltorios originales.